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Día Mundial del Agua: el mensaje de la Defensoría

Esta conmemoración se propone generar conciencia acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de adoptar las medidas para que todos y todas tengan agua potable segura y disponible. Alrededor del 10 % de la población de la CABA vive en villas miseria en las cuales se carece de agua segura; junto a nuestra ciudad se encuentra el Riachuelo, uno de los cauces más contaminados del planeta, y el Río de la Plata, que es nuestra fuente de agua potable, sufre un severo deterioro ambiental.

Entre los derechos humanos se encuentra el derecho al agua. Porque el agua es indispensable para una vida digna y para la realización de otros derechos, como el derecho a la vida, a la vivienda, a la salud, la alimentación y a un nivel de vida adecuado. El acceso al agua potable es una condición necesaria para la realización de otros derechos.

En el planeta, alrededor de 900 millones de personas carecen de acceso a agua potable y cada día mueren unas 10.000 personas por enfermedades evitables debido al uso de agua no segura. Cada año se pierden millones de días escolares debido a enfermedades provocadas por la mala calidad del agua. Millones de mujeres y niñas deben recoger a diario el agua para sus familias, actividad que agrava las desigualdades de género – por ejemplo porque en muchas sociedades ello impide o dificulta que las niñas acudan al colegio.

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la importancia de este elemento. Esta conmemoración se propone generar conciencia acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de adoptar las medidas para que todos y todas tengan agua potable segura y disponible.

En este año 2022 el eje está puesto en las aguas subterráneas, aguas imprescindibles e invisibles que se encuentran bajo tierra, en los llamados “acuíferos”. Su principal fuente de recarga son la lluvia y la nieve. Sin los acuíferos la vida tal como la conocemos no sería posible. Ellos suministran gran parte del agua que usamos para consumo, saneamiento, producción de alimentos o los procesos industriales, y cumplen un papel decisivo para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.

Por eso, desde las Naciones Unidas este año se insiste especialmente en que debemos proteger a las aguas subterráneas de la sobreexplotación (por sacarles más agua de la que recargan) y de la contaminación (que obliga a realizar enormes inversiones para su tratamiento y regeneración). En el caso de nuestra ciudad, por ejemplo, hay casos en los cuales la napa subterránea ha sido contaminada con hidrocarburos provenientes de los depósitos de las estaciones de servicio.

El Cambio Climático y el crecimiento de la economía mundial han puesto en crisis el uso y la disponibilidad de agua. En ese sentido, las Naciones Unidas proclamó el período 2018-2028 como Decenio Internacional para la Acción: «Agua para el Desarrollo Sostenible». A través de este decenio se busca hacer mayor hincapié en el desarrollo sostenible y la ordenación de los recursos hídricos para lograr los objetivos sociales, económicos y ambientales. También se resalta la importancia de promover el uso eficiente del agua a todos los niveles, teniendo en cuenta la estrecha relación que hay entre el agua, la energía, los alimentos y el ambiente.

No se trata de problemas ajenos a nuestra realidad. Alrededor del 10 % de la población de la CABA vive en villas miseria en las cuales se carece de agua segura; junto a nuestra ciudad se encuentra el Riachuelo, uno de los cauces más contaminados del planeta, y el Río de la Plata, que es nuestra fuente de agua potable, sufre un severo deterioro ambiental. Esta es una buena fecha para recordar que vivimos en una ciudad ribereña que ha crecido sobre una red de arroyos hoy entubados y de humedales que no fueron protegidos.